jueves, 12 de abril de 2012


"El postrer Adán".
--1 Corintios 15:45
Jesús es la cabeza representante de sus elegidos. Como en Adam, todo heredero de carne y sangre tiene un interés personal, porque él es la cabeza del pacto y representante de la raza como considerada bajo la ley de las obras; así bajo la ley de la gracia, cada alma redimida es una con el Señor del cielo, puesto que Él es el segundo Adán, el Garante y Sustituto de los elegidos en el nuevo pacto de amor. El apóstol Pablo declara que Leví estaba en los lomos de Abraham cuando éste fue encontrado por Melchisedec: es una verdad segura que el creyente estaba en los lomos de Jesucristo, el Mediador, cuand en la eternidad pasada los pactos de gracia fueron decretados, ratificados y asegurados para siempre. Así, todo lo que Cristo ha hecho, lo ha consumado para todo el cuerpo de su Iglesia. Fuimos crucificados en Él y enterrados con Él (leer Colosenses 2:10-13), y para hacer esto aún más maravilloso, somos resucitados con Él y aún ascendemos con Él nos sienta en lo alto (Efesios 2:6). Así es que la Iglesia ha cumplido la ley, y es "acepto en el amado." Así es que ella es considerada con complacencia por Jehová el justo, porque Él la ve en Jesús, y no la ve separada de su ccabeza del pacto. Como el Ungido Redentor de Israel, Cristo Jesús no tiene nada distinto de su Iglesia, sino que todo lo que Él tiene lo posee para ella. La justicia de Adam era nuestra en la medida que la mantuviera, y su pecado fue nuestro en el momento que él lo cometió; y de la misma manera, todo lo que el Segundo Adam es o hace, es nuestro tanto como suyo, puesto que Él es nuestro representante. Aquí está el fundamento del pacto de gracia. Este sistema misericordioso de representación y sustitución, que movió a Justino mártir a exclamar: "¡Oh bendito cambio, oh dulce permutación!" este es el verdadero fundamento del evangelio de nuestra salvación, y debe ser recibido con fuerte fe y embelesada alegría.

Spurgeon

domingo, 12 de febrero de 2012


Dichoso el que tú eliges y acer­cas para que viva en tus atrios (Sal 65,5).

jueves, 5 de enero de 2012

EL TEMPLO


Palabra del Señor que recibió Jeremías:
Ponte a la puerta del templo y proclama allí:
Escuchad judíos, la palabra del Señor,
los que entráis por estas puertas a adorar al Señor.
Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel:
Enmendad vuestra conducta y vuestras acciones,
y habitaré con vosotros en este lugar;
no os hagáis ilusiones con razones falsas, repitiendo:
"el templo del Señor, el templo del Señor,
el templo del Señor".
Si enmendaís vuestra conducta y vuestras acciones,
si juzgáis rectamente los pleitos,
si no explotáis al emigrante, al huérfano y a la viuda,
si no derramáis sangre inocente en este lugar,
si no seguís a dioses extranjeros, para vuestro mal,
entonces habitaré con vosotros en este lugar,
en la tierra que di a vuestros padres,
desde antiguo y para siempre.
Os hacéis ilusiones con razones falsas, que no sirven:
¿de modo que robáis, matáis, cometéis adulterio,
juráis en falso, quemáis incienso a Baal,
seguís a dioses extranjeros y desconocidos,
y después entráis a presentaros ante mí
en este templo que lleva mi nombre,
y decís: "Estamos salvados",
para seguir cometiendo tales abominaciones?
¿Creéis que es una cueva de bandidos
este templo que lleva mi nombre?
Atención, que yo lo he visto - oráculo del Señor-.
Andad, id a mi templo de Siló,
al que di mi nombre antaño,
y mirad lo que hice con él,
por la maldad de Israel, mi pueblo.
Pues ahora, por haber cometido tales acciones
-oráculo del Señor-,
porque os hablé sin cesar y no me escuchásteis,
porque os llamé y no me respondisteis,
por eso trataré al templo que lleva mi nombre,
y os tiene confiados,
y al lugar que di a vuestros padres y a vosotros
lo mismo que traté a Siló;
a vosotros os arrojaré de mi presencia,
como arrojé a vuestros hermanos,
la estirpe de Efraín.
Jeremias 7:1-15

martes, 3 de enero de 2012

PECULIAR


Su estilo peculiar y original de actuar logró que, en contacto con Él, cada uno se encontrase consigo mismo y esto llevó a un cambio de vida, que terminó con el envío a una misión.