Palabra del Señor que recibió Jeremías:
Ponte a la puerta del templo y proclama allí:
Escuchad judíos, la palabra del Señor,
los que entráis por estas puertas a adorar al Señor.
Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel:
Enmendad vuestra conducta y vuestras acciones,
y habitaré con vosotros en este lugar;
no os hagáis ilusiones con razones falsas, repitiendo:
"el templo del Señor, el templo del Señor,
el templo del Señor".
Si enmendaís vuestra conducta y vuestras acciones,
si juzgáis rectamente los pleitos,
si no explotáis al emigrante, al huérfano y a la viuda,
si no derramáis sangre inocente en este lugar,
si no seguís a dioses extranjeros, para vuestro mal,
entonces habitaré con vosotros en este lugar,
en la tierra que di a vuestros padres,
desde antiguo y para siempre.
Os hacéis ilusiones con razones falsas, que no sirven:
¿de modo que robáis, matáis, cometéis adulterio,
juráis en falso, quemáis incienso a Baal,
seguís a dioses extranjeros y desconocidos,
y después entráis a presentaros ante mí
en este templo que lleva mi nombre,
y decís: "Estamos salvados",
para seguir cometiendo tales abominaciones?
¿Creéis que es una cueva de bandidos
este templo que lleva mi nombre?
Atención, que yo lo he visto - oráculo del Señor-.
Andad, id a mi templo de Siló,
al que di mi nombre antaño,
y mirad lo que hice con él,
por la maldad de Israel, mi pueblo.
Pues ahora, por haber cometido tales acciones
-oráculo del Señor-,
porque os hablé sin cesar y no me escuchásteis,
porque os llamé y no me respondisteis,
por eso trataré al templo que lleva mi nombre,
y os tiene confiados,
y al lugar que di a vuestros padres y a vosotros
lo mismo que traté a Siló;
a vosotros os arrojaré de mi presencia,
como arrojé a vuestros hermanos,
la estirpe de Efraín.
Jeremias 7:1-15
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